Argentina registró el segundo índice de inflación más alto en América latina, después de Venezuela.
El país presidido por Nicolás Maduro registro una suba de precios del 16,1% en marzo. Allí, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que este año la inflación llegará al 5.500%.
Mientras que en nuestro país la cifra en marzo fue del 4,3%. Descontando el caso venezolano, ese número es superior a la suma de los incrementos del resto de los países sudamericanos, entre los cuales Paraguay tuvo deflación con un índice del -0,1%.
La Argentina acumuló una suba del 43,5% en el último año y los consultores privados proyectan que terminará entre el 45 y el 50% en diciembre próximo. Además, las estimaciones proyectan para abril una suba de precios que ronda el 4%.
En tanto, en Uruguay se registró un 0,5% en abril. En los últimos 12 meses fue del 6,2% y se prevé que termine en el 7,2% a fin de año. Brasil habría registrado un 0,6% el mes pasado y el 6,2% en 12 meses según las proyecciones del Itaú Unibanco; se estima que terminará 2021 con una suba del 4,5 %.
Paraguay tuvo un resultado casi neutro, del 0,5% el mes pasado y acumula el 2,5% en 12 meses; se proyecta que termine en el 3,3% este año. Chile sumó 0,4% en abril y el 3,3% en 12 meses; se espera que termine en el 3,2%, según la proyección de los analistas del Latinfocus Forecast Economics, una estimación similar a la de México, que registró 0,3% el mes pasado y 6% en el último año.
Por su parte, Colombia tuvo una suba del 0,35% el mes pasado y del 1,9% en 12 meses; se estima que terminará con una inflación del 2,8%, al igual que Bolivia, cuyo IPC terminó en el 0% en abril y en el 0,6% en los últimos 12 meses. Por su parte, Perú registró un alza del 0,05% en abril y del 2,6% en el último año; se proyecta un 2,2% para diciembre, frente al 0,9% para Ecuador, que tuvo una suba del 0,35% el mes pasado y una deflación del 1,4% el último año.
En este contexto, y aunque el Gobierno nacional dice que la suba internacional en el precio de los alimentos es uno de los factores que presiona a la inflación local, la economista María Castiglioni explicó que “si uno observa la aceleración de la inflación desde fines del año pasado, luego del freno por la pandemia, se dio en casi todos los rubros y sólo se ve frenada por algunos precios congelados o semi-congelados, como las tarifas, el programa de Precios Máximos y otras regulaciones”.
Además, la economista precisó, en un informe a Infobae, que “al realizar una comparación con otros países, el efecto de la suba de las materias primas prácticamente no afectó a Perú y Colombia en el precio de los alimentos, aunque sí lo hizo en México y Chile, mientras que en los otros dos países donde más sube la inflación luego de la Argentina, que son Brasil y Uruguay, esto se debe a las políticas de expansión fiscal más que a la inflación importada por las commodities”.
Matías Carugati, de la consultora Seido, también indicó que “la suba del precio de los alimentos lógicamente impulsa los IPC hacia arriba. El asunto es que no lo hace de igual forma en todos los países, porque el peso que puede tener el precio internacional sobre el precio al consumidor depende mucho de la estructura económica de cada país”.